lunes, 9 de marzo de 2009

El cuidado de los ojos y los oídos, parte 1

Los ojos y los oídos son órganos muy sensibles y, a pesar de poseer sus propios sistemas de defensa, son vulnerables a lesiones y enfermedades. Si se quiere mantener durante toda la vida una buena vision y audición hay que cuidarlos.

Los ojos

Deben protegerse los ojos de los accidentes. Puede producirse ceguera debido a lesiones producidas con palos afilados, cohetes, pistolas de juguete y otros objetos que los niños pueden utilizar como proyectiles durante sus juegos. Los padres deben mostrarse firmes con sus hijos, explicándoles las posibles consecuencias de los juegos peligrosos. Las lentes de las gafas deben ser de materiales inastillables, especialmente si son para niños.

Cuerpos extraños

El párpado es capaz de cerrarse en un quinto de segundo. Se trata de una acción refleja responde al más pequeño estímulo. Sin embargo es inevitable que se alojen cuerpos extraños en el ojo, y existe una forma correcta de extraerlos sin causar daños.

Si entre el párpado y el globo ocular se situa un objeto, blando como una pestaña, haga que la persona afectada cierre el ojo. Llévela cerca de una luz intensa y abra suavemente el ojo. Si no es visible el cuerpo extraño, dígale que mire hacia arriba, hacia abajo, y a uno y otro lado, mientras le desvía el párpado en la dirección opuesta. Cuando se localice la partícula extraña, debe sacarse del ojo con la punta de un pañuelo limpio.

Nunca debe intentarse extraer particulas encajadas en la parte blanca del ojo o situadas sobre su parte central. Tampoco debe intentar retirarse un cuerpo extraño duro, a menos que el lagrimeo lo halla desplazado hasta el ángulo interno. En amos casos, el ojo debe cubrirse con un apósito despegado, que no toque ni comprima el párpado ni el globo ocular, y debe llevarse al accidentado al médico.

Tensión ocular

Puede evitarse en gran medida la tensión ocular excesiva utilizando el sentido común para desarrollar buenos hábitos para la lectura y el trabajo a distancias cercanas. Siempre debe leerse con buena luz, pero cerciorándose de que la luz no se refleje directamente en la pagina. Un exceso de reflejo hace incómoda la lectura.

Cuándo lea, mantenga el libro a distancia de al menos treinta centímetros de los ojos, y relaje los músculos que controlan el cristalino mirando hacia un objeto distante tras cada hora de lectura. No se siente cerca de una pantalla de televisíon, ni la contemple en una habitación oscura, es necesaria una mayor cantidad de luz para efectuar trabajos a poca distancia

Continuará...

Por Edgardo

Para recibir más temas de salud:Suscribete gratis a mi blog por Email




No hay comentarios: