Algunas veces, cuando se trata de una enfermedad muy prolongada, se debe hacer algo para que la persona que cuida al paciente sea relevada y goce de unas vacaciones. Otro miembro de la familia puede hacerse cargo de la tarea después de pasar un día o dos en la casa y ver como se hacen las cosas.
Debe prohibirse fumar en la habitación del enfermo, por el conocido efecto perjudicial que sobre la salud ejerce el humo del cigarrillo. No emplee nunca una botella de agua caliente si puede haber un escape y causar quemaduras, o bien puede que un enfermo bajo la acción de un sedante no sienta el calor de la botella junto a su pierna.
Tampoco se debe colocar sobre el paciente una bandeja que contenga líquidos calientes, ya pueden verterse fácilmente. Si existe una lámpara colocada encima de la cabeza del paciente, ésta debe estar bien asegurada a la pared para que no pueda tirarla al buscar el interruptor.
Si no puede asegurar bien la luz, cambie la posición de la cama. Si la cama esta montada sobre ruedas, se puede mover cuando el paciente intente salir de ella, y en lugar de sostener al enfermo, se puede deslizar facilitando su caída, aún en el caso de que se le esté ayudando. Asegúrese siempre de que la cama y la alfombra no pueden deslizarse por el suelo.
Su principal objetivo debe ser la comodidad del paciente. Los enfermos con problemas del corazón y tórax suelen encontrarse cómodos sentándose erguidos con almohadas colocadas detrás de la espalda de la cabeza. La colocación de una pequeña almohada detrás de la cabeza del paciente proporciona un soporte adicional al cuello y permite que los músculos del mismo se relajen.
El paciente tal vez tenga una tendencia a deslizarse de la cama, cosa que se puede evitar poniendo una caja, maleta o almohada envuelta en una sabana y colocándola firmemente bajo el colchón al pie de la cama. El enfermo empuja ligeramente con el pie y mantiene su posición, al mismo tiempo que ejercita los músculos de la pantorrilla, previniendo la trombosis venosa profunda.
Si fuera necesario, se puede levantar el extremo de la cama sobre tacos de madera, piecera o cabecera, según la patología. Ya se han descrito muchos detalles médicos de la asistencia al enfermo, pero la moral del paciente depende en gran medida de su cuidado y atención.
Si quien le cuida se encuentra muy fatigado, su voluntad de ayuda se ve mermada. Este es la razón por la que conviene apartarse de vez en cuando del paciente para descansar y recuperarse. Incluso, aunque el período sea corto refresca y le ayuda a seguir manteniéndose en buen estado de ánimo.
Por Edgardo
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Debe prohibirse fumar en la habitación del enfermo, por el conocido efecto perjudicial que sobre la salud ejerce el humo del cigarrillo. No emplee nunca una botella de agua caliente si puede haber un escape y causar quemaduras, o bien puede que un enfermo bajo la acción de un sedante no sienta el calor de la botella junto a su pierna.
Tampoco se debe colocar sobre el paciente una bandeja que contenga líquidos calientes, ya pueden verterse fácilmente. Si existe una lámpara colocada encima de la cabeza del paciente, ésta debe estar bien asegurada a la pared para que no pueda tirarla al buscar el interruptor.
Si no puede asegurar bien la luz, cambie la posición de la cama. Si la cama esta montada sobre ruedas, se puede mover cuando el paciente intente salir de ella, y en lugar de sostener al enfermo, se puede deslizar facilitando su caída, aún en el caso de que se le esté ayudando. Asegúrese siempre de que la cama y la alfombra no pueden deslizarse por el suelo.
Su principal objetivo debe ser la comodidad del paciente. Los enfermos con problemas del corazón y tórax suelen encontrarse cómodos sentándose erguidos con almohadas colocadas detrás de la espalda de la cabeza. La colocación de una pequeña almohada detrás de la cabeza del paciente proporciona un soporte adicional al cuello y permite que los músculos del mismo se relajen.
El paciente tal vez tenga una tendencia a deslizarse de la cama, cosa que se puede evitar poniendo una caja, maleta o almohada envuelta en una sabana y colocándola firmemente bajo el colchón al pie de la cama. El enfermo empuja ligeramente con el pie y mantiene su posición, al mismo tiempo que ejercita los músculos de la pantorrilla, previniendo la trombosis venosa profunda.
Si fuera necesario, se puede levantar el extremo de la cama sobre tacos de madera, piecera o cabecera, según la patología. Ya se han descrito muchos detalles médicos de la asistencia al enfermo, pero la moral del paciente depende en gran medida de su cuidado y atención.
Si quien le cuida se encuentra muy fatigado, su voluntad de ayuda se ve mermada. Este es la razón por la que conviene apartarse de vez en cuando del paciente para descansar y recuperarse. Incluso, aunque el período sea corto refresca y le ayuda a seguir manteniéndose en buen estado de ánimo.
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