Su médico le dará instrucciones acerca de los medicamentos. Es importante que sepa exactamente cuando y como los debe administrar al enfermo. Si no entiende bien, pregunte a su médico de nuevo, ya que se trata de algo fundamental. No dé medicamentos al enfermo simplemente porque usted crea que los necesita.
La mejor forma de establecer costumbres regulares en el cuidado de un enfermo crónico es asesorándose con su médico y con la enfermera, si tiene la suerte de disponer de una, así como adaptando sus demás prioridades, como la de atender a sus familiares antes de que se vayan al trabajo.
Prepare la habitación del enfermo, tal como se ha indicado con anterioridad. Si el paciente sufre incontinecia o tiene tendencia a ella, se debe proteger el colchón con una manta o plástico fácil de cambiar. Hay que disponer además de almohadillas absorbentes. Es importante acordarse de ofrecer al paciente la basinica cada tres o cuatro horas, con el fin de evitar una incontinencia posterior.
El baño o lavado del enfermo se debe hacer por la mañana, ya que la incontinencia y la transpiración de la noche le dejan la piel húmeda y vulnerable a la ulcreación. Si el paciente debe guardar cama a todas horas, sus áreas de presión como son las nalgas, talones y codos, deben frotarse con alcohol y/o vaselina.El cuidado del pelo, dientes (aún los postizos) y uñas deben formar parte del aseo diario. Si se trata de una enferma, conviene darle un poco de maquillaje para ayudarle moralmente.
Prepare la comida de forma atractiva y sírvala en pequeñas porciones. Los líquidos son esenciales y pueden ser de diferentes variedades: café, jugos de frutas y leche. Un paciente inactivo puede tener dos problemas extra. El primero es el estreñimiento, que se puede aliviar con una dieta de alto contenido en fibra, laxantes períodicos o supositorios.
El segundo problema se puede producir si el paciente tiene buen apetito y gana peso. Esto puede ser más difícil de solucionar, pero cabe intentarlo evitando los carbohidratos de la dieta, como el azúcar, y aumentando el volumen de fruta y verduras, que además ayudan a prevenir el estreñimiento.
En la siguiente entrega: ¿como puede ayudar el resto de la familia al enfermo?
Por Edgardo
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La mejor forma de establecer costumbres regulares en el cuidado de un enfermo crónico es asesorándose con su médico y con la enfermera, si tiene la suerte de disponer de una, así como adaptando sus demás prioridades, como la de atender a sus familiares antes de que se vayan al trabajo.
Prepare la habitación del enfermo, tal como se ha indicado con anterioridad. Si el paciente sufre incontinecia o tiene tendencia a ella, se debe proteger el colchón con una manta o plástico fácil de cambiar. Hay que disponer además de almohadillas absorbentes. Es importante acordarse de ofrecer al paciente la basinica cada tres o cuatro horas, con el fin de evitar una incontinencia posterior.
El baño o lavado del enfermo se debe hacer por la mañana, ya que la incontinencia y la transpiración de la noche le dejan la piel húmeda y vulnerable a la ulcreación. Si el paciente debe guardar cama a todas horas, sus áreas de presión como son las nalgas, talones y codos, deben frotarse con alcohol y/o vaselina.El cuidado del pelo, dientes (aún los postizos) y uñas deben formar parte del aseo diario. Si se trata de una enferma, conviene darle un poco de maquillaje para ayudarle moralmente.
Prepare la comida de forma atractiva y sírvala en pequeñas porciones. Los líquidos son esenciales y pueden ser de diferentes variedades: café, jugos de frutas y leche. Un paciente inactivo puede tener dos problemas extra. El primero es el estreñimiento, que se puede aliviar con una dieta de alto contenido en fibra, laxantes períodicos o supositorios.
El segundo problema se puede producir si el paciente tiene buen apetito y gana peso. Esto puede ser más difícil de solucionar, pero cabe intentarlo evitando los carbohidratos de la dieta, como el azúcar, y aumentando el volumen de fruta y verduras, que además ayudan a prevenir el estreñimiento.
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