Todo acerca de la epilepsia parte 2

Causas

Los ataques están producidos por la descarga incontrolada de energía eléctrica en las células del encéfalo. El electroencefalógrafo, que es el aparato utilizado para registrar la actividad eléctrica del encéfalo, sirve como ayuda para el diagnostico de la epilepsia. Aproximadamente en la mitad de los pacientes con esta enfermedad, no se encuentra ninguna causa que provoque la actividad eléctrica descontrolada, y en tales pacientes la epilepsia se denomina epilepsia idiopática. En el 50% restante se puede identificar una causa aparente, y la epilepsia se denomina sintomática.

Cualquier persona puede sufrir una lesión del encéfalo o del sistema nervioso central que puede producir epilepsia. Algunas de las causas mas comunes son las lesiones prenatales, las lesiones durante el parto, los tumores cerebrales, los traumatismos de la cabeza, la enfermedad cerebro vascular y las infecciones graves durante la infancia.

Cierto numero de trastornos genéticos, generalmente raros, incluyen en su sintomatología la aparición de ataques recurrentes. En estos casos , lo que se hereda es el trastorno genético, no la predisposición a los ataques. En un pequeño porcentaje de casos puede heredarse un tipo anormal de patrón genético, lo cual aumenta la posibilidad de que se produzca epilepsia.

La epilepsia no solo aparece en la infancia, sino a cualquier edad, pero con frecuencia se considera equivocadamente como de la infancia, debido a que la mayoría de los casos son diagnosticados en pacientes menores de 18 años. El segundo grupo más susceptible lo constituyen las personas mayores de 55 años debido a la alta incidencia de enfermedades cerebro vasculares a partir de esa edad. La epilepsia es incurable, pero se controla con un tratamiento adecuado que debe continuarse toda la vida.

Hay trastornos que tienen síntomas parecidos a la epilepsia; por ejemplo las pausas de la contención de la respiración en los niños puede simular una crisis convulsivas; los desmayos y trastornos siquiátricos en los adultos también puede confundirse con ataques de este tipo, una enfermedad del corazón que provoque cambios en la frecuencia del pulso produce en ocasiones síntomas parecidos a la epilepsia.

Del mismo modo, en los niños pequeños, la fiebre alta puede producir convulsiones, llamadas convulsiones febriles. En niños que por lo demás son normales, las convulsiones febriles no tienen por lo general consecuencias graves, pero siempre se debe consultar un medico. Los niños con una historia familiar de epilepsia u otros trastornos neurólogos, puede tener más probabilidades de padecer epilepsia, y ocasionalmente será necesario un tratamiento preventivo.

Edgardo Sánchez
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